Pereza de Goya...

Visto lo visto el domingo noche en la alfombra roja (patrocinada por Loterías del Estado... y eso desmerece cualquier vestido de fiesta...), no voy a hacer un ranking, porque acabaría bastante rápido. No habría segundos ni terceros puestos, una ganadora, Michelle Jenner y listo. Sería un post demasiado escueto. 

Esta vez ordenaré los destrozos, perdón, los vestidos, por colores. Así nadie se sentirá herido...

Para comenzar la crónica, un básico: el negro. Angie Cepeda lució un Dolce&Gabbana con brillo. Un bolso habría evitado el gesto "¿Qué le pongo, señora???" y habría podido darle un punto más actual al look. Aprobada sin nota.

Zuhair Murad estuvo presente con dos piezas maestras, y la que llevaba Clara Lago era una de ellas. Espíritu de alfombra roja en estado puro. Bravo por huir de los tonos metalizados en el clutch!

Pilar López de Ayala eligió un Nina Ricci que la diseñadora debió crear en una mala noche... Entre las cocas de regalo del todo a 100 y el peinado rollo ochentero, parecía más propio de la Bruja Averías... Menos mal que no llevaba bolso, habría sido la repera...

Inma Cuesta se decantó por un diseño de Juanjo Oliva muy elegante, del que lo que más me gustaron fueron los hombros. Ni fú ni fá, pero la chica es tan mona que se lo perdonamos.

Juana Acosta lució un Paco Rabanne muy sencillo que dejaba todo el protagonismo a la espalda. La combinación con el pelo a lo Gilda: muy acertada. Un pero? A veces tanta sencillez resulta aburrida.

Toni Acosta eligió un vestido de paillette que era más azul que negro de Dolores Promesas, y estaba estupenda. Pero lo mismo que otras veces: quien no arriesga, no gana.

La anfitriona, Eva Hache, eligió un Hannibal Laguna para la alfombra roja, aunque después se cambió varias veces. Un simple apunte de cómo un vestido de noche transforma a cualquiera. Dicho esto, el look es muy mejorable...

María León, premiada, estuvo correcta con su vestido azul noche de Lanvin. Y punto. 

Gracias al cielo, hubo otras invitadas que decidieron aportar algo de luz a la noche del cine español... Leire Martínez, vocalista de La Oreja de Van Gogh, estuvo radiante con otro diseño de Dolores Promesas... que recuerda sospechosamente a otro modelazo que lució Nicole Kidman en los Oscar de hace varios años...

Verónica Echegui consiguió que dejara de verle como La Juani, y pasó a mi lista de sorpresas de la noche. Gucci la encumbró como una de las mejor vestidas.

Elena Anaya, fiel a su estilo, también se apuntó al blanco, de Lanvin y con una gargantilla que le sacó de la austeridad absoluta, bravo, pero sin aspavientos...

La XXVI edición de los Premios Goya también supuso la reaparición de Silvia Abascal. Vestida de Lorenzo Caprile, debo admitir que el año pasado dejó el listón muy alto y esta vez no ha llegado a tanto.

Evidentemente, hemos pasado a la gama de los nude, desde los rosados hasta los mas parecidos al beige. Goya Toledo se sumó a la tendencia, pero para mi desilusión, no arriesgó como en otras ediciones y, aunque estaba estupenda, me defraudó un poquito...

Dior fue el encargado de vestir a María Valverde. En foto el vestido resulta un tanto sinsorgo, pero en movimiento era muy elegante y femenino... creedme por favor...

No hay alfombra roja que se precie que no cuente con Mar Saura entre sus desfilatrices... Más sobria que en otras ocasiones, aprobado justito.

Parece que la única que subió el nivel fue Michelle Jenner. Radiante con el segundo vestido que vemos de Zuhair Murad, parecía una estrella de las de verdad. En los Oscar, probablemente habría pasado desapercibida, pero en Madrid, destiló glamour.

Por último dejo hueco a los colores variados que se vieron además de los básicos. La pobre Melanie debió engancharse en alguna zarza con rosales justo antes de llegar al Palacio de Congresos...

Cayetana Guillén Cuervo estuvo justita, pero el corte no le favorecía, le hacía pelín paticorta... Un corte imperio habría estado mucho mejor.

Dafne Fernández eligió un modelo con un aire vintage bastante sosito. Pero casi que mejor, porque cuando esta chica se pone, no deja títere con cabeza.

Leonor Watling fue de las pocas que eligió el rojo para impactar, muy sobria, aprobada, sin más. El peinado y el maquillaje, eso sí, nada favorecedores...

Pobre Belén Rueda, se le hizo tarde y tuvieron que llevarle en moto y sin casco por la M-30 hasta la gala... Ah, no? Pues entonces no se entiende...

Entendéis ahora por qué no he hecho un ranking? He sido demasiado puntillosa? O creéis que demasiado benévola?