Amarillo limón...

Si me preguntaran cuáles son los colores omnipresentes en las colecciones Primavera-Verano año tras año, la respuesta sería fácil: el blanco, el marino y el negro. Vamos, que no son temporadas para tener que romperse la cabeza combinando.

Ahora bien, a esos básicos, cada año les acompañan diferentes opciones, unas veces más afortunadas y otras veces menos. Este año hay una clara tendencia ganadora: el amarillo limón. 

Lo hemos visto en muchas de las colecciones que empiezan a asomar por las tiendas:

Missoni lo presentaba así de colorido con el inconfundible sello zig-zag de la marca.

D&G lo combina con azul klein en estampados tipo pañuelo. No me convence, pero puede que sea porque aún se me pone la piel de gallina pensando en el frío que tiene que estar pasando la muchacha...

Moschino apuesta por una combinación muy de la época: blanco/negro y limón. El tocado en forma de flor carnívora no es obligatorio. El taconazo sí.

Marc Jacobs lo lleva al 50% del look. Mejor ni mirar de rodilla para abajo... Ni de cintura para arriba. Abstraigámonos de la pintilla que le han plantado a la chiquilla y quedémonos sólo con la idea de meter el amarillo en cualquier parte.

Oscar de la Renta lo sublimiza y eleva a la categoría de must en esta combinación sencillísima pero que resulta de lo más chic. Derechito a mi lista de deseos.

Imaginad si la tendencia es fuerte, que Sonia Rykiel pinto toda su pasarela a tono con la tendencia estrella de su colección!! El vestido en sí, ni fú, ni fa.

Y para poner los pies en la tierra, una opción para todas: ésta de H&M que me resulta cómoda, elegante y muy femenina. Probablemente mejor con vaqueros y taconazo, of course.

Y hasta aquí esta crónica de la tendencia más cítrica de la nueva temporada!